Argentina en Argelia, un puente de Superhumor


por Andrés Valenzuela

Por curioso que suene, algunas de las páginas de la historieta humorística argentina que mejor reflejaron la política de los años 80 transcurren en Argelia. ¿Cómo es eso? Pues por entonces Jorge Limura publicaba Fuerte Brigitte en la revista SuperHumor. La serie, siempre chistes de una página de unas cinco o seis viñetas, retrataba la vida en un bastión colonialista francés en pleno territorio africano. Allí los galos estaban lejos del refinamiento de Astérix y mucho más cercanos a las miserias de los ejércitos europeos que “intervenían” en esos conflictos. Y también, por obra y gracia de cierta elipsis y una pizca de disimulo, de los vaivenes políticos nacionales.

Todo esto puede verse en Limura, una antología con trabajos del dibujante de Sarandí que publicó hace poco el sello patagónico La Duendes dentro de su Colección JA Humor. El tomo incluye una extensa entrevista al autor y páginas de Fuerte Brigitte y de Vida de Indios, que el humorista publicaba en otra revista de La Urraca: la Humi, destinada al público infantil. La mayoría del libro está dedicado a la primera de las series, en la que se concentrará esta reseña.

Aunque la elipsis que propone Limura con la situación argelina es inteligente, suena ingenuo hablar de “disimulo”. Si bien los primeros años de la década del ’80 seguía siendo una época difícil para publicar cierto material, en muchas ocasiones la referencia a la actualidad argentina no estaba velada, sino flagrantemente expuesta. Un censor tenía que ser muy pavo para no darse cuenta que el árabe nacionalista que canta “se vacabar, se vacabar, borom bom bom, la dictadura colonial” al son de un bombo es una obvia referencia a la dictadura militar argentina.



Lo mismo podría decirse de los diarios que el sargento Dupont, al frente de las tropas francesas del Fuerte, manda a quemar para ocultar el tráfico ilegal de camellos, el contrabando de arena y el affaire de los cocos adulterados. Y ni hablar de los gorilas que tiran panfletos que, según el sargento, tienen “propaganda subliminal”. Lo mismo podría decirse de la guerra psicológica que elige con frecuencia el comandante ante los locales: “los voy a tener locos con los anónimos”, se entusiasma cuando le llega un cargamento de máquinas de escribir. Las referencias a la actualidad económica también están ahí: “cualquier día les digo que vengo huyendo de un crédito indexado… ¡a ver si piensan que soy un delincuente!”, se excusa otro.

Es muy interesante notar el gran nivel de la serie, que hoy, a 30 años de su publicación, sigue causando gracia para cualquiera que conozco el contexto al que refiere. Es, sin embargo, una obra de época. No sólo por las referencias puntuales a la situación argentina y mundial, sino también porque la construcción general de Fuerte Brigitte difícilmente serviría de metáfora para los tiempos que corren (aunque sería más que interesante ver qué situación inventaría el autor para hacerlo).

Finalmente, Limura tiene otra faceta que es la editorial, pues continúa con la línea de rescate de autores que lleva adelante La Duendes. En este sentido, queda la sensación de que el rescate que hace la editorial, aunque necesariamente incompleto, es el preciso. Como material formador para nuevas generaciones, el libro es lo apropiado, y quizás amerite hasta un volumen 2, pero es difícil pensar en un “Todo Limura”. Al menos en este caso puntual, conviene darle la derecha a la editorial patagónica, pues su trabajo en este tomo parece ser el más indicado.
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Ficha Técnica

Limura

Guión/Dibujo: Jorge Limura

Género: historieta humorística

Editorial: La Duendes

Lanzamiento: noviembre 2011

Origen: Argentina

Páginas/papel: 98, 22 x 15 cm.


Fuente: Cuadritos, periodismo de historieta

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